Desde el primer momento de la emergencia causada por la DANA en Valencia, desde la Compañía de Jesús hemos desplegado un conjunto de acciones urgentes para apoyar a las familias afectadas. A través de las obras y redes en la ciudad, se ha coordinado una respuesta integral que incluye la recolección de alimentos, la distribución de asistencia humanitaria, y la creación de espacios de acogida y acompañamiento, donde ofrecer a las familias un refugio seguro en el que puedan encontrar apoyo y recuperar la estabilidad emocional y material tras la catástrofe.
El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) ha jugado un papel crucial en la acogida de las familias afectadas, especialmente aquellas que han perdido todo. En colaboración con la comunidad religiosa Jesús María y otras organizaciones locales, el equipo del SJM ha coordinado la recepción y el apoyo de 14 familias provenientes de Alfafar y Paiporta, quienes, en su mayoría, habían quedado sin hogar y sin recursos. Estas familias han recibido suministros básicos, ropa, y apoyo psicológico para afrontar la adversidad.
Un lugar seguro para las familias
Como se recoge en el reportaje de EFE de Roberto Ruiz Oliva, muchas de estas personas han pasado de enfrentar una situación de extrema vulnerabilidad a encontrar un refugio donde empezar de nuevo. Este es el caso de Abigail y Noelia, quienes han encontrado un espacio seguro.
Abigail, una joven hondureña de 25 años, es una de las personas que ha encontrado un espacio seguro. Fue rescatada junto a sus dos hijos pequeños, su pareja y su madre. Ella comparte cómo el apoyo recibido ha sido fundamental para su bienestar: “Las personas con las que nos ha tocado convivir nos han ayudado mucho y se han portado muy bien en todo. La convivencia ha sido buena, con comunicación constante, y nos han provisto de todo lo que necesitamos”, explica. Abigail, que hasta hace dos semanas vivía en Alfafar, recuerda cómo los primeros días en el refugio fueron difíciles: “Dormimos en el suelo. Fue muy duro”, expresa, aún emocionada por la pérdida de casi todo lo que tenía, incluido su coche.
Otra de las personas acogidas es Noelia Raquel Romero, quien vivía con sus dos perros en un bajo en Alfafar. El 29 de octubre lo perdió casi todo y ella misma resultó herida, con la pérdida de dientes y una fisura en la pierna que la obliga a usar muletas. “Fue un tsunami, el agua entró de tal manera que arrastró los muebles. Llegué a tragar barro”, relata Noelia, quien, tras vivir la devastación en Alfafar, ahora encuentra calma en su nuevo hogar de acogida. “Crucé del caos y de la guerra que viví allí a la paz de aquí”, reflexiona.
Abigail y Noelia son algunas de las personas que fueron rescatadas de las zonas más afectadas por la DANA. Hoy, han encontrado un refugio temporal donde reciben todo el apoyo necesario para comenzar de nuevo.
Cecilia Villarroel, directora de SJM Valencia, destaca el valor clave de este «espacio seguro» para quienes más lo necesitan en estos momentos. «Cuando surge una emergencia, la necesidad de acoger a personas en situación de riesgo y alta vulnerabilidad se hace urgente. Aquí, encontramos un lugar donde estas personas pueden encontrar un sitio habitacional», afirma.
El trabajo conjunto ante la emergencia
Desde las obras de la Compañía de Jesús en Valencia, seguimos trabajando unidos para ofrecer una respuesta solidaria a las personas afectadas por la DANA. Brindamos apoyo inmediato, atendemos las necesidades más urgentes, distribuimos suministros y proporcionamos soluciones habitacionales. Además, acompañamos a las personas más vulnerables en este proceso de recuperación, articulando una red de solidaridad.
Fuente: https://emergencias-sj.org/emergencia-dana-acompanando-a-las-familias-afectadas/