Evangelio según san Juan 15, 9-17
VI Domingo de Pascua – Ciclo B
COMENTARIO
“… NO OS LLAMO SIERVOS… OS LLAMO AMIGOS…”
(Juan 15, 9-17)
Domingo 6º de Pascua – Ciclo B
El evangelio de este domingo nos ofrece un precioso y profundo fragmento del discurso de despedida de Jesús a sus apóstoles que el evangelista Juan sitúa entre la Cena y la Pasión. Aunque mi comentario se va a centrar, como de costumbre, en el evangelio y en una frase del evangelio, vale la pena que junto con este texto meditemos y saboreemos la segunda lectura de este domingo que es de la Primera Carta de San Juan, capítulo 4, versículos 7-10. Ambos textos forman una unidad de mensaje.
¿Y cuál es ese mensaje? Que Dios no es amo, sino Amor. ¡Cómo cambian las cosas con una sola letra! Porque si nosotros no somos siervos, Dios no es un amo; y si nosotros somos amigos, Dios es el Amigo que nos ama, cuya relación con nosotros no es el poder sino la amistad y Dios no quiere que seamos personas sometidas o sumisas, sino personas agradecidas. Todo esto, que de entrada pueden parecer consideraciones más o menos abstractas o teóricas, tiene consecuencias muy concretas y prácticas, de las cuales me voy a fijar sólo en algunas.
El amo obliga a que los siervos acaten su voluntad lo más fielmente posible en cumplimiento de unas órdenes para su servicio. El Amor es, por el contrario, el que se pone al servicio de la persona amada para ayudarle en todo lo posible. Por eso Jesús se pone a los pies de los discípulos en gesto y ejemplo de servicio. El amo es el que sojuzga, y en el tiempo de Jesús los amos no sólo sojuzgaban, sino que esclavizaban, mientras que el amor libera y pide una relación basada en la libertad. ¿Cuál es nuestra vivencia de Dios? ¿Quién es Dios para nosotros: el que nos esclaviza o el que nos libera?
La segunda consecuencia tiene que ver con el modo y el espíritu con el que vivimos nuestra religión cristiana y nuestro seguimiento de Jesús. ¿Desde la obligación o desde la libertad? La eucaristía, diaria o dominical, no la podemos vivir como una más o menos penosa obligación sino como una ocasión de encuentro con el Amigo, de escuchar su palabra, de participar de su comunión. Con respecto al amo cabe el temor de fallar, de no estar a la altura de sus exigencias; con respecto al Amigo sólo cabe la confianza en su comprensión y en su generosidad.
Una última reflexión: cundo nos sentimos tratados como siervos, también nosotros nos situamos como amos de nuestros hermanos. Y cuando experimentamos y vivimos de verdad que Jesús nos trata con el cariño y la libertad del Amigo y se pone a nuestros pies, sólo entonces también nosotros somos capaces de ponernos a los pies de nuestros hermanos.
Darío Mollá, SJ
10 respuestas a «Comentario al evangelio: «No os llamo siervos… os llamo amigos»»
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Muchas gracias!
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Jesús es amigo que no falla.
Lo más grande que tengo es mi vida y mi libertad y las dos cosas las he recibido de Dios. No me abandones que si nos me perderia -
Es más fácil vivirlo como amo. A este de le paga lo recibido y se acabó. Vivirlo como amigo es más comprometido
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Ayúdanos Señor a ser tu amigo y entonces serás mi amigo y me ayudarás a ser amigo de mis hermanas.!! Gracias.
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Para tener esa amistad, también nosotros tendremos que cuidarla…
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Me encanta la expresión de amigo, Jesús mi amigo, es verdad, un amigo, está feliz a tu lado y ambos. Hay algo en común y sobre todo conexión.
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Padre Dario, su comentario al Evangelio, me ha encantado, y es algo muy importante para mí ya que a veces siento, por mucho que no quiera, como si Dios me estuviera apresando cuando mi vida se hace difícil y entonces todo lo veo como un castigo. Afortunadamente estoy modificando este concepto así obsoleto de Dios, y espero eliminarlo del todo. Feliz día de las madres.
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Es muy importante saber que el Padre nos ama. El amor nos hace libres y capaces de aceptar a los demás como son. También nos hace caer en la cuenta de ser elegidos y enviados. Cada uno tememos una mision.
Muchas gracias P. Dario -
Qué buena esa última reflexión!
Geacias -
Jesús, nuestro amado Jesús, mi amado Jesus. Presente en todo, lo habita todo.
Que hermoso es sentirnos amados por nuestro Jesús, conducidos y guiados por el.
Sentirnos sus amigos.
Recemos juntos para que esté grado de confianza llegue a la humanidad entera. Que todos experimenten en su interior el inmenso amor de Dios.
Bendiciones.
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