Lectura del santo evangelio según san MARCOS 1, 21b-28
IV Domingo del tiempo ordinario – Ciclo B
En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas.
Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«¡Cállate y sal de él!».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
COMENTARIO
“¿HAS VENIDO A ACABAR CON NOSOTROS?”
No nos resulta fácil a los cristianos del siglo XXI entender, de entrada, el significado del evangelio de este domingo. El evangelista Marcos nos presenta un exorcismo de Jesús en la sinagoga de Cafarnaún como acto inicial de su vida pública. Esa elección es significativa. Mateo comienza la vida pública de Jesús con el Sermón del Monte, Lucas la comienza en la sinagoga de Nazaret con un solemne y profético discurso y Juan con el episodio del milagro de las bodas de Caná. Cada evangelista, con el comienzo de su evangelio, ya anticipa mucho de lo que va a proponer como lectura de la persona y la enseñanza de Jesús.
En la escena evangélica siguiente, que meditaremos el domingo próximo, el evangelista Marcos vuelve a recalcar que “le llevaron muchos endemoniados” y que Jesús “expulsó muchos demonios”. Marcos nos va a hablar a lo largo de todo su evangelio de la lucha, del enfrentamiento, de Jesús con los demonios; enfrentamiento en el que Jesús sale siempre vencedor. Los “demonios” son quienes dominan a la persona, la “poseen” y le quitan la libertad. La persona ya no es persona cuando está “endemoniada”, “poseída” por un demonio. Jesús es el que viene a liberar a la persona humana de todo poder esclavizador. Esa es la “autoridad” que la gente le reconoce a la enseñanza de Jesús: no son sólo palabras doctas, sino que son, sobre todo, palabras que liberan.
A partir de aquí ya podemos comenzar a entender, y no sólo a entender, sino también a aplicar a nuestra vida el mensaje de este evangelio. Entre nosotros hay también personas “poseídas” y que no son auténticamente personas ni libres porque son “poseídas” por tantos “demonios” que no son figuras míticas con cuernos y rabo, sino realidades que esclavizan y quitan la libertad: los demonios de hoy. El demonio de la avaricia de bienes, el demonio del apego al poder, el demonio de las adicciones, el demonio del narcisismo y el autocentramiento… y tantos otros. Cuando somos poseídos por cualquiera de esos demonios ya no somos personas porque poco a poco nuestra libertad va desapareciendo, incluso hasta destruirnos y hacernos capaces de destruir lo que nos rodea.
Jesús viene a liberarnos de toda esclavitud que nos impide vivir como personas humanas en plenitud de libertad. El encuentro con Él y la escucha fiel a su palabra son profundamente liberadoras también para nosotros, como lo fueron para los “endemoniados” de su tiempo. A nosotros como discípulos suyos se nos invita también a hablar “con autoridad”, con palabras no sólo doctas, sino con palabras que generen libertad. Pero hay una condición imprescindible y previa para que nuestra palabra sea liberadora: que sea una palabra libre. Libre de demonios interiores y de demonios exteriores. Es la gracia para pedir en este domingo al Señor.
Darío Mollá, SJ
6 respuestas a «Comentario al evangelio: «¿Has venido a acabar con nosotros?»»
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Amen
Señor librame de la esclavitud de los demonios interiores y exteriores, ayúdame a reconocer que con tu ayuda cada día podré ir ganando ka plena libertad de 🙏 -
Un tanto difícil, de entender hoy ese lenguaje, pero el comentario,nos ayuda a comprenderlo mejor.!! Gracias!!.
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Creo que este evangelio que no nos quedemos en anunciar la Buena Noticia, sino que nuestras palabras vayan acompañadas de obras buenas, para que seamos creibles por los hechos.
Muchas gracias por su comentario.
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Gracias por hacernos más cercana a nuestra realidad la palabra. Intentemos ser conscientes de lo que nos impide avanzar en nuestra propia libertad, y esforzarnos por vivir en coherencia con los valores del reino para poder llevar palabras y gestos que generen vida y esperanza a nuestro alrededor,como Jesús , !Gracias mil,!
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Muchas gracias.
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Cuantos demonios hay en nuestras vidas nos creemos puros y libres de ser poseídos miremos nuestro interior con serenidad,veremos cuantas cosas nos sobran ,hemos sido tentados con la posesion del yo interior y de la posesión material.
Gracias por recordarnos lo q somos
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