EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 2, 41-52
Domingo de la Sagrada Familia – Ciclo C
COMENTARIO
“¿NO SABÍAIS QUE YO DEBO ESTAR EN LAS COSAS DE MI PADRE?”
(Lucas 2, 41-52)
Domingo de la Sagrada Familia- Ciclo C
Si leemos con atención el evangelio de este domingo notaremos lo que puede parecer una más que aparente contradicción en la actitud de Jesús con respecto a sus padres. No la pasemos por alto ni la minoremos. Como todas aquellas afirmaciones del evangelio que, de entrada, nos chocan, su alcance es importante.
Por una parte, Jesús marca terreno propio con respecto a ellos, marca el terreno de su propia autonomía. Con claridad e incluso con dureza. Ante la pregunta angustiada de su madre después de tres días de búsqueda, la respuesta es dura: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais…?” Suena a reproche. El evangelista no esconde que la actitud de Jesús y su respuesta desconcertaron a sus padres: “Ellos no comprendieron lo que les dijo”. E inmediatamente después, el mismo Jesús marcha con sus padres a Nazaret, y dice el evangelista, ni más ni menos, que “estaba sujeto a ellos”. Tampoco es suave este verbo: “estaba sujeto”. Y sujeto a ellos continuó hasta el día que abandonó Nazaret para comenzar su misión. No en vano, “su madre conservaba todo esto en su corazón”, seguramente sin acabar de entender, pero intentando abrirse con confianza a ese hacer de Dios. Un hacer de Dios que ya le desconcertó desde el primer momento.
Esa llamativa actitud de Jesús con respecto a su familia y en concreto respecto a su madre aparece a lo largo de todo el evangelio, quizá de un modo menos duro, pero igual de neto en el fondo. El cariño de Jesús por su madre es indiscutible como nos manifiesta, por ejemplo, en las bodas de Caná y, sobre todo, en la Cruz. Pero eso no le impide marcar distancias cuando está en misión y le dicen que le buscan su madre y sus hermanos. La verdad de su profundo amor por su familia no aleja a Jesús de su misión ni pone en duda la prioridad de la obediencia al Padre del cielo.
En la vida del cristiano, de cada uno de nosotros, cuando la vivimos en serio, nos podemos encontrar también con esas situaciones de tensión y conflicto entre afectos muy legítimos e incluso prioritarios en la vida y lo que creemos, en conciencia, que Dios nos pide en un determinado momento. No son situaciones fáciles de gestionar o de resolver. Porque estamos hablando de afectos buenos y legítimos que entran en conflicto. Y ese conflicto pide un discernimiento que no es fácil. Porque es un discernimiento entre cosas buenas.
La llamada del evangelio de hoy es una llamada a no olvidar eso aparentemente tan elemental de “amar a Dios sobre todas las cosas”. Incluso, si es necesario, más allá de afectos tan sagrados como los de la familia.
DARÍO MOLLÁ, SJ
2 respuestas a «Comentario al Evangelio: “¿No sabíais que yo debo estar en las cosas de mi Padre?”»
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Muchas gracias por el comentario. Feliz entrada de año 2025!
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Gracias por sus comentarios de los Evangelios que puntualmente nos regala cada domingo. V ¡¡¡ FELIZ AÑO NUEVO !!!
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