Ignacio de Loyola al hablar de los Ejercicios Espirituales dice que son «todo modo de examinar…» ¿Y si al leer este texto que te ofrecemos a continuación dedicas un momento a examinar lo que condiciona o potencia tu libertad? Quizás, al hacerlo, puedas captar algo de tí mismo que por ahora se te escapa:
«Somos libres espiritualmente cuando nuestro estado espiritual y emocional es saludable. Somos libres espiritualmente cuando estamos bien equilibrados en lo emocional y deseamos ser personas felices, esperanzadas y amantes.
No somos libres espiritualmente cuando nuestras emociones negativas y nuestras tentaciones pueden con nosotros; cuando estamos demasiado enfadados, tristes, tentados o asustados como para pensar rectamente.
No somos libres cuando estamos apáticos y no estamos inspirados para ser más felices, esperanzados y amantes. No somos libres cuando no sentimos la presencia de Dios en ese momento y nos da igual o estamos demasiado ansiosos como para manejar bien la situación.»
(Recrear el examen ignaciano, Mark E. Thiebodeaux SJ)