Las reglas de discernimiento de los Ejercicios Espirituales quieren ayudarnos a salir de la desolación, a reaccionar ante ella, evitando que nos quedemos regodeando en ella. Y será una de estas reglas la que reconozca que la pereza es una de las razones por la que nos encontramos en desolación.

Es la pereza del “total para…”. Un lamento y queja que nos acompaña ante la realidad que percibimos como desolada. Total para lo que sirve… Total para lo que he conseguido.. Total para el caso que me hacen… Total para llegar siempre al mismo sitio…

Es el lamento que sale cuando no sabemos cómo manejarnos con la realidad que creemos “ya no da más de sí”. Surge entonces la tentación de replegarse sobre el propio yo o sobre el pequeño mundo que tengo a mano, blindándose en las propias certezas que dan seguridad ante la inclemencia de lo que sucede. Son ocasiones que nos enseñan que el deseo es confrontado con la realidad, sabiendo que ésta nos recoloca. Pedagogía del deseo pero también del realismo.