San Ignacio en los Ejercicios Espirituales propone una serie de reglas como ayuda para evitar el desorden y exceso en el comer. En el siglo XVI, quien se lo podía permitir, tenía en la comida una de las únicas fuentes cotidianas de placer, diversión y esparcimiento. Esto hacía del comer un ejercicio susceptible de canalizar desahogos, excesos y desórdenes que no ayudaban a la persona en su equilibrio vital y espiritual. Dani Villanueva, jesuita, aplica la sabiduría de San Ignacio al ámbito de Internet, en tanto que nueva dimensión de nuestra realidad ordinaria, tan necesaria y útil como susceptible de canalizar desórdenes y adicciones.
Regla original de San Ignacio
1ª regla. La primera regla es, que del pan conviene menos abstenerse, porque no es manjar sobre el cual el apetito se suele tanto desordenar, o a que la tentación insista como a los otros manjares.
Adaptación para Internet
- Uso como herramienta de Información. Internet nos ofrece enormes posibilidades como herramienta que facilita la comunicación y el acceso a la información. Hoy en día manejarse en la red es una habilidad necesaria y no hay razón para frenar su utilización racional, especialmente en usos como búsqueda de información, lectura de noticias, herramientas de investigación, correo electrónico y ayudas para el trabajo.
Regla original de San Ignacio
[211] 2ª regla. La segunda: acerca del beber parece más cómoda la abstinencia, que no acerca el comer del pan; por tanto, se debe mucho mirar lo que hace provecho, para admitir y lo que hace daño, para lanzarlo.
Adaptación para Internet
- Atención a la mediación digital en la relación. Pero hay otras utilidades como el uso para comunicación interpersonal, redes sociales y otros sustitutos de relaciones, ocio y tiempo libre, que por su pretensión y ámbito piden mayor atención. La mediación digital en el mundo relacional pide especial discernimiento para distinguir utilidad y ventajas de otros aspectos que pueden ser dañinos. No hemos de ser ingenuos ante el riesgo de abuso y adicción.
Regla original de San Ignacio
[212] 3ª regla. La tercera: acerca de los manjares se debe tener la mayor y más entera abstinencia; porque así el apetito en desordenarse como la tentación en investigar son más prontos en esta parte, y así la abstinencia en los manjares para evitar desorden, se puede tener en dos maneras: la una en habituarse a comer manjares gruesos, la otra, si delicados, en poca cantidad.
Adaptación para Internet
- Criterio de necesidad y uso. Es importante tener claro qué es lo que yo necesito de estas tecnologías, y dónde comienza lo superfluo. Salvo personas expertas y ámbitos profesionales determinados, no hace falta tener el último gadget ni las mejores prestaciones. Ser consciente de mi necesidad y mi nivel de uso ayuda a frenar la dinámica de mercado que rodea estas tecnologías.
Regla original de San Ignacio
[213] 4ª regla. La cuarta: guardándose que no caiga en enfermedad, cuanto más hombre quitare de lo conveniente, alcanzará más presto el medio que debe tener en su comer y beber, por dos razones: la primera, porque así ayudándose y disponiéndose, muchas veces sentirá más las internas noticias, consolaciones y divinas inspiraciones para mostrársele el medio que le conviene; la segunda, si la persona se ve en la tal abstinencia, y no con tanta fuerza corporal ni disposición para los ejercicios espirituales fácilmente vendrá a juzgar lo que conviene más a su sustentación corporal.
Adaptación para Internet
- Mejor cuanto menos. Internet y las TICs tienden a ocupar cada vez más tiempo en nuestra vida. Como herramientas, mucho aprovecharemos si sólo las usamos cuando son necesarias. Es preferible no dejar el ordenador o los smartphones siempre encendidos, así como no tenerlos en el lugar de descanso, ocio o esparcimiento. No ayuda asociar el tiempo libre con un uso indiscriminado de la red que consume tiempo y frena otras disposiciones más provechosas como el deporte, la música, la lectura, o la interacción con otros. El exceso de tiempo en internet puede impedir el desarrollo de la capacidad de concentración y contemplación, fragmentando nuestra persona y debilitando nuestra misión.
Regla original de San Ignacio
[214] 5ª regla. La quinta: mientras la persona come, considere como que ve a Cristo nuestro Señor comer con sus apóstoles, y cómo bebe, y cómo mira, y cómo habla; y procure de imitarle. De manera que la principal parte del entendimiento se ocupe en la consideración de nuestro Señor, y la menor en la sustentación corporal, porque así tome mayor concierto y orden de cómo se debe haber y gobernar.
Adaptación para Internet
- Sé auténtico. Conviene que el uso de estos medios no se convierta en un compartimento estanco del resto de nuestra vida. La tentación del anonimato se vence con transparencia: no ayuda ocultar quien somos ni jugar con identidades falsas. Utilizar este medio espiritual y pastoralmente nos ayudará también a integrar nuestra dimensión religiosa en el mundo digital. Mucho ayuda considerarlo un ámbito relacional en el que, como Jesús, salimos al encuentro de los demás tal y como somos.
Regla original de San Ignacio
[215] 6ª regla. La sexta: otra vez mientras come, puede tomar otra consideración o de vida de santos o de alguna pía contemplación o de algún negocio spiritual que haya de hacer; porque estando en la tal cosa atento, tomará menos delectación y sentimiento en el manjar corporal.
Adaptación para Internet
- Crea tus propios espacios off-line. Respeta tus tiempos y date espacio para la interioridad, lo espiritual y el silencio digital. Incluye en tu vida momentos con ritmo humano. Crea ámbitos donde no esté el ordenador u otros dispositivos y no permitas interrupciones: gestiona las alertas, apaga el sonido… Asegúrate espacios donde te puedas encontrar y tú seas el actor principal de la relación con Dios sin mediaciones ni interferencias.
Regla original de San Ignacio
[216] 7ª regla. La séptima: sobre todo se guarde que no esté todo su ánimo intento en lo que come, ni en el comer vaya apresurado por el apetito; sino que sea Señor de sí, así en la manera del comer, como en la cantidad que come.
Adaptación para Internet
- Lleva el control. Procura evitar navegar sin rumbo por la red sin tener claro a dónde vas y a qué. Intenta que Internet no sea el amo de tu tiempo y tu itinerario. Cuando abra el navegador o el correo es importante tener un propósito y seguirlo. Ayuda tomar notas de nuevas ideas y líneas de trabajo para continuar en otro momento. Accede tú a las herramientas cuando las necesites (e-mail, redes sociales) y no permitas constantes interrupciones automáticas que dispersan y distraen. Mucho ayudan las herramientas de bookmarking y “Leer luego” que evitan las digresiones y ramificaciones infinitas típicas de la información en red.
Regla original de San Ignacio
[217] 8ª regla. La octava: para quitar desorden mucho aprovecha que después de comer o después de cenar o en otra hora que no sienta apetito de comer, determine consigo para la comida o cena por venir, y así en consecuencia cada día, la cantidad que conviene que coma; de la cual por ningún apetito ni tentación pase adelante, sino antes por más vencer todo apetito desordenado y tentación del enemigo, si es tentado a comer más, coma menos.
Adaptación para Internet
- Planifica. Para no desordenarse es mejor planificar previamente el uso que voy a hacer de estos medios. Por ejemplo, al terminar el día, podría diseñar el plan de la siguiente jornada, cuando no me siento tan urgido a conectarme. Es bueno ponerse objetivos en el tiempo de uso y tipo de utilización. Presta especial atención a la noche y el final de la jornada, donde estas tecnologías tienden a ocupar espacios y tiempos que serían claves para el descanso y el reflectir vital.