Una de las tendencias fáciles en las relaciones interpersonales es la de etiquetar o emitir juicios moralizantes de la persona. Cuando así actuamos, perdemos capacidad de ayudar y confianza. En cambio, cuando el otro se siente acogido sin condiciones, sin ningún juicio moralizante sobre su conducta se genera la confianza necesaria para que la relación sea eficaz. Sentir que alguien moraliza sobre uno hace perder la confianza.
Nadie puede juzgar, enlazar
Por eso es importante no juzgar sobre el perfil integral de una persona sin saber su historia y su contexto.Hemos de escuchar asertivamente y empaticamente.Como dice el Papa no prejuzguemos sin escuchar.A veces los parámetros que nos marcamos no son los justos.