En medio de unos días de profunda aflicción y desolación por el devastador temporal que ha afectado principalmente a la Comunidad Valenciana, donde más de 200 personas perdieron la vida, y pueblos enteros y vías de comunicación se han visto arrasadas por las inundaciones, la Compañía de Jesús en Valencia ha querido propiciar un espacio de encuentro y recogimiento, de oración y contemplación desde la fe en el Dios de la vida.
Por eso, el martes 5 de noviembre a las 19h se llevó a cabo una vigilia en la Iglesia de los Jesuitas en Valencia para rezar por las víctimas mortales y por las personas damnificadas que ha dejado el temporal.
Tiempo de silencio y oración
La bienvenida estuvo a cargo de Abel Toraño SJ, director del Centro Arrupe Valencia y delegado de la plataforma mediterránea, en una atmósfera de recogimiento y oración, y acompañados por el canto “Sé mi luz, enciende mi noche” que, junto a la guitarra, interpretó nuestra compañera Amparo Navarro, durante varios momentos de la actividad.
Abel Toraño SJ, ofreció el espacio como una oportunidad “para recordar a tantas víctimas de las inundaciones… a tanto damnificado, tanta pérdida, tanta desolación, tanta tristeza. Queremos recoger tanto vivido y que nos desborda, ante Dios, nuestro Señor… Desde el silencio como lugar de encuentro con Dios”.
Cuatro invitaciones del Evangelio
Como es propio del carisma ignaciano, la jornada se centró en una mirada contemplativa a la lectura del Evangelio según san Mateo (14, 13-21) que relata, tras la decapitación de Juan el Bautista, la multiplicación de los panes y los peces.
Tomando el texto evangélico como centro y guía de la oración, se realizó un recorrido por cuatro momentos e invitaciones que se pueden recoger a la luz del contexto:
- Invitación a reconocer nuestro dolor y nuestra desgracia… así llegamos y nos acercamos a Dios.
- Invitación al silencio. Cuando las palabras dicen, pero se quedan cortas… cuando el crucificado y los crucificados se quedan sin voz.
- Invitación a llevar algo de luz a quienes viven en penumbras y oscuridad.
- Invitación a afianzarnos en el ancla segura de la esperanza.
La profesora de las Escuelas San José, Esperanza Rangel, junto a Joaquín Barrero y Mónica Rojo (de la administración provincial) y Cecilia Villarroel (directora del SJM Valencia), se encargaron de recrear los cuatro momentos de lectura, compartiendo interrogantes y reflexiones a partir de las cuales los presentes contemplaron y vivieron cada invitación, desde su experiencia personal durante estos días, recordando el drama vivido por ellos mismos, o por sus seres queridos.
Además, la actividad contó con la participación de Pedro Giner (director de las Escuelas San José) y Encarna Durán (coordinadora regional de Entreculturas), entre otras personas que forman parte de la comunidad del Centro Arrupe Valencia.
Signos para transitar la desolación
Los símbolos también formaron parte del encuentro. En el centro de la Iglesia se extendió sobre el suelo un amplísimo mapa de Valencia, donde se podía observar gran parte de las zonas más afectadas. Y en el fondo, un Cristo, acompañado por un manto de seda roja y un cirio.
Durante la oración y posterior a cada lectura se fueron haciendo presentes otros elementos significativos. El barro, que se esparció por todo el mapa para representar el dolor de la devastación. Las velas, encendidas del cirio y que parte de los asistentes tuvieron la oportunidad de encender una a una y poner sobre el mapa. Y las flores blancas, que también se posaron sobre el mapa simbólicamente, como signo de esperanza.
Solidaridad extendida
Gracias a la emisión en vivo a través del canal de Youtube del Centro Arrupe Valencia, la vigilia también pudo ser acompañada y seguida por más de 200 personas vinculadas a la Compañía de Jesús en otros lugares de España y Europa, incluso Latinoamérica y África, quienes estuvieron presentes a la distancia y compartieron mensajes de solidaridad y ánimo.