Valencia, 18 de febrero de 2025 – El pasado viernes 14 de febrero, el Centro Arrupe celebró por segundo año consecutivo, el Día del Buen Trato y el Cuidado. Esta fecha, más que una simple conmemoración, se ha convertido en una oportunidad para que los equipos de las obras jesuíticas que hacen vida en el Centro se reúnan, reflexionen y reafirmen su compromiso con la creación de un entorno donde la amabilidad, el respeto y la empatía sean los pilares de cada interacción.
El encuentro de este año se centró en la reflexión sobre cómo nos percibimos a nosotros mismos y a los demás. Se propuso hacer conciencia de la forma en que miramos, siguiendo el ejemplo de Jesús, cuya mirada se caracterizaba por la misericordia y el amor hacia los demás.
La bienvenida estuvo a cargo del equipo directivo del Centro, encabezado por Abel Toraño SJ y Amparo Navarro. En sus palabras de apertura, resaltaron la importancia del Buen Trato como un valor fundamental en las instituciones de inspiración cristiana e ignaciana.

Un ejercicio para descubrir la mirada del otro
La jornada se nutrió de diversas actividades diseñadas para estimular la reflexión personal y colectiva. Inició con la lectura del manifiesto elaborado por la Compañía de Jesús, documento que invita a examinar las propias actitudes y prejuicios, y a comprometerse con un cambio de mirada que transforme la realidad.
A continuación, se animó a los asistentes a levantarse y caminar lentamente por la sala, observando a sus compañeros y compañeras con una nueva perspectiva. Durante unos minutos, el salón se sumió en el silencio, roto únicamente por la suave música instrumental. En este ejercicio se propuso pensar: cuando miro, ¿en qué me detengo?, ¿qué me llama la atención? ¿cómo es mi mirada? Y al final, pensar en las mociones experimentadas y escribirlas.
Luego, se profundizó en el tema a través del vídeo “Cuerdas”, de Pedro Solís García, ganador del Goya® 2014 en la categoría de «Mejor cortometraje de animación español». Esta conmovedora historia cuenta cómo una niña acoge en su clase a un niño de condición especial, integrándole y jugando con él, a pesar de sus limitaciones. Y cómo su mirada compasiva y empática transforman para bien la vida de este niño.
Posterior al film, se conformaron grupos para conversar sobre las palabras e intuiciones generadas por la conmovedora historia. Además, a partir de lo compartido durante la actividad, se invitó a pensar en: ¿cómo nos gustaría mirar conjuntamente, como Entreculturas, como Servicio Jesuita a Migrantes, como Jesuitas Valencia, etc.

Compartiendo reflexiones sobre el Buen Trato
Finalmente, los grupos compartieron sus reflexiones con el resto de los participantes y fueron anotando en un gran folio las palabras que más les resonaron durante el ejercicio, donde surgieron cuestiones como la importancia de una mirada profunda, atenta, acogedora y compasiva; sin prejuicio, para ver más allá de lo evidente; una mirada alegre, sin juzgar, ni limitar y sin miedo.
Este folio que los presentes fueron llenando con sus intervenciones, se publicó en la entrada del Centro y se mantendrá durante varios días para recordar lo aprendido y compartido.
El encuentro cerró con la lectura de la parábola del Buen Samaritano, de Lucas 10, 29-37, que gira en torno a la pregunta sobre: ¿Quién es mi prójimo?, e invita a la compasión, el cuidado y la misericordia.
Al concluir, se llevó a cabo un compartir con todas la personas asistentes de la actividad, espacio que también sirvió para seguir conversando sobre el tema planteado.









