Esta entrada con la que estrenamos el nuevo año sólo quiere que no caiga en el olvido ni pase desapercibido algo que ayer expresaba el Papa Francisco durante el Te Deum con el que concluyó el año.
«El pesebre nos desafía a no dar nada ni a nadie por perdido. Mirar el pesebre es animarnos a asumir nuestro lugar en la historia sin lamentarnos ni amargarnos, sin encerrarnos o evadirnos, sin buscar atajos que nos privilegien. Mirar el pesebre entraña saber que el tiempo que nos espera requiere de iniciativas audaces y esperanzadoras, así como de renunciar a protagonismos vacíos o a luchas interminables por figurar.»
Son unas palabras dentro de un discurso en el que plantea la «lógica del pesebre» frente a la «lógica de los privilegios». Si quieres leerlo, te facilitamos el enlace