El domingo 29 de junio un pequeño grupo de personas nos reunimos en la capilla del Centro Arrupe. Durante una hora rezamos y compartimos en comunidad sobre el tema tan maravilloso que es la esperanza.
Todo surgió de una pequeña pregunta que nos planteamos en el grupo de jóvenes del Espacio de Diversidad LGBTQI+ un mes antes… ¿cómo mantener la esperanza en una iglesia que parece que se está hundiendo?
Fueron unos momentos de gran intimidad en el que, a través de la figura del padre en la Parábola del Hijo Pródigo intentamos entender qué es tener esperanza y por qué es tan importante en nuestras vidas, no solo como cristianos, sino como personas que pertenecemos al colectivo LGTBQI+, familia y amigos.
Creo que algunos, los más jóvenes, seguimos con dudas, pero no nos pesan. Como expresamos en el manifiesto que escribimos con motivo del mes del orgullo, nos sabemos amados por Dios Padre y Madre. Y, suponemos, el resto vendrá, solo hay que tener esperanza.
Iniciativa Diversidad LGTBIQ+
