Vemos con esperanza el entusiasmo de las cuatro familias que se comprometieron a participar este curso. Y, aunque al inicio la respuesta a la convocatoria no fue la esperada. Nos animó ver su deseo e ilusión de participar, cada uno desde sus diferentes razones y momentos vitales. En todas las personas estaba presente el deseo de fortalecer su proyecto de familia y agradecer por tanto bien recibido en su experiencia de pareja y familia.
Las parejas venían con diversas raíces eclesiales: colegio del Pilar, Jesús María, parroquia de Algemesí y comunidad de la Iglesia del Centro Arrupe. Fue una gran riqueza esta diversidad de procedencias y recorridos vitales. Destacamos el testimonio tan humano del matrimonio de Algemesí, que nos hizo presente el dolor y la esperanza de tantas familias que han sufrido la DANA.
Para nosotros, la esperanza se manifiesta en la oportunidad que se brinda a las parejas de dedicar un tiempo para reflexionar, profundizar y celebrar el amor que hay en su vida familiar. Y, también, en la confianza por dejarse llevar de una experiencia como es el Reloj de la Familia, que te sumerge en claves que, a veces, resultan difíciles de transitar, como la sabiduría del fracaso, el perdón y la reconciliación. Realidades que, tras profundizarlas, te dejan fortalecido.
Creemos que nuestro trabajo es un pequeño signo de esperanza porque anima a las familias que lo realizan y al equipo de relojeros a sentir la necesidad del cuidado amoroso de la vida familiar, dejando que el amor de Dios se haga presente en cada día.
Fuente: BOLETÍN CIERRE DE CURSO 2025 – CENTRO ARRUPE

