El sábado es el día que dedicamos a la dimensión espiritual de la acogida. Por ello, este 16 de diciembre te proponemos pensar delante de Jesús quiénes son los que te ayudan a ser más acogedor y darle las gracias.
¿Con qué tiene que ver lo espiritual? La necesidad de plantearse interrogantes existenciales, de conferir autenticidad y sentido a la propia experiencia son intrínsecas al desarrollo espiritual de la persona. Lo es también alentar la propia existencia desde aspiraciones y convicciones que inspiren un proyecto unitario de vida así como posibilitar un dinamismo de anhelo personal que de cauce al deseo de plenitud.
Y hay personas que han despertado en nosotros anhelos y aspiraciones como la de ser más acogedores para dar cabida y espacio en nuestras vidas a otros. Hoy es el día para recordarlos ante Jesús y darle las gracias. Te ofrecemos esta oración de San Elredo de Rievoulx, monje y abad cisterciense inglés del siglo XII
“Tú conoces, Señor, mi corazón y sabes que todo cuanto me llegues a dar, deseo emplearlo en provecho de mis amigos y por ellos consumirlo. Yo mismo me gastaré de buena gana por ellos. Que así sea, Señor mío, que así se haga.
Mis sentidos y mis palabras, mi descanso y mi trabajo, mis actividades, mi muerte, mi vida, mi salud, mi enfermedad; todo cuanto soy, mi vivir, sentir y pensar, todo lo gastaré por ellos, todo lo entregaré para ellos, por quienes Tú mismo te entregaste.
Tú, Dios nuestro, misericordioso, escucha mis ruegos en favor de aquellos por quienes el cargo y el amor me obligan e inclinan a pedir. A ello me alienta la consideración de tu benignidad. Sabes, muy dulce Señor, cuánto les amo y cómo mi corazón y mi afecto se ocupan de ellos”