«Todo está cumplido». Crucificado como maldito de Dios, en tierra de nadie pues no merece ni morir dentro de la ciudad santa. Le quitan la vida pero Jesús la está dando, no genera violencia, ni resistencia porque hasta el final Jesús se negará a generar sufrimiento. El clavo del mal no se quita con mal, la violencia no se elimina con violencia, el dominio no se derrumba con otro dominio.
Han herido al pastor y se han dispersado las ovejas. Silencio.