Se puede crecer tras una ruptura

Hace casi dos años que se iniciaba el proyecto SEPAS en el Centro Arrupe para personas separadas y divorciadas. Acoger, escuchar, acompañar a quienes pasan por esta situación de ruptura y ofrecer un espacio donde su experiencia puede ser compartida por aquellos que han pasado por ella.

Cuando desde la organización de Taizé se ofreció la posibilidad al Centro Arrupe de realizar un taller durante el Encuentro Europeo de Jóvenes, fue justamente a los miembros de los grupos SEPAS a quienes les quisimos proponer que fueran ellos quienes lo prepararan y ofrecieran a los jóvenes lo que han vivido y descubierto tras su separación matrimonial.

La propuesta del taller ha sido muy creativa y dinámica, teniendo como motivo la cita de san Pablo, «nada nos separará del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús». Los jóvenes han dialogado en grupos a partir de unas frases que surgen de la propia experiencia de los miembros de los grupos SEPAS:

  1. Los pensamientos negativos llevan a ocasionarnos emociones negativas que nos dañan más aún a nosotros mismos.
  2. El perdón es una decisión, no un sentimiento. Es una actitud.
  3. Somos más, mucho más que lo que nos dicen o decimos o pensamos o hacemos. Somos más que nuestras circunstancias.
  4. Despojarse del egoísmo. No se trata de ganar o de perder, sino de aprender de lo ocurrido. Así aprendemos a mejorar nuestra vida.
  5. Aprendemos a soltar lo que no nos ayuda a crecer, a sanar, a avanzar.
  6. Conocemos más y mejor a nosotros mismos fortalece y nos hace tener mejores y más saludables relaciones con los demás.
  7. Jesús creyó en nosotros. No necesitó nuestros méritos.
  8. Amamos porque sí, sin necesidad de cumplir expectativas externas.
  9. Jesús nos lleva a amar de una forma diferente, de un modo renovado.
  10. Necesitamos de los otros para caminar, aprender, compartir y ayudarnos.

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