En el rezo del Ángelus de este domingo, Francisco hacía referencia a las noticias sobre la filtración de documentos reservados de la Santa Sede. Sus palabras dejan claro su determinación de seguir adelante con la reforma iniciada.

Queridos hermanos y hermanas, sé que muchos de vosotros han sido turbados por las noticias circuladas en los días pasados a propósito de documentos reservados de la Santa Sede que han sido sustraídos y publicados.

Por eso quería deciros ante todo que robar aquellos documentos es un delito. Es un acto deplorable que no ayuda. Yo mismo pedí hacer aquel estudio y aquellos documentos yo y mis colaboradores ya los conocíamos bien, y han sido tomadas de las medidas que han empezado a dar frutos, algunos de ellos visibles.

Por tanto quiero aseguraros que este triste hecho no me aparta ciertamente del trabajo de reforma que estamos llevando adelante con mis colaboradores y con el sostén de todo vosotros. Sí, con el sostén de toda la Iglesia, porque la Iglesia se renueva con el ruego y con la santidad cotidiana de cada bautizado.

Os agradezco y os pido que sigáis pidiendo por el Papa y por la Iglesia, sin dejaros turbar sino yendo adelante con confianza y esperanza.