El Centro Arrupe acogió el lunes 18 de septiembre la presentación del libro «Mujeres ignacianas. Escritos esenciales», una selección de textos que se asoman al mundo interior de estas mujeres seguidoras de san Ignacio.
La historia ignaciana ha estado jalonada por la presencia de mujeres que han vivido su conocimiento interno de Jesús desde esta espiritualidad, resignificándola y formulándola en una gran variedad de escritos.
Mujeres ignacianas. Escritos esenciales reúne, por primera vez en un único volumen, una cuidada selección de textos que se asoman con rigor, devoción e incluso asombro al mundo interior de veinte mujeres ignacianas y a su rica proyección apostólica.
Los editores de esta completa obra (904 páginas) han sido Nurya Martínez-Gayol, ACI; Miyako Namikawa, RSCJ; y José García de Castro, SJ. El religioso jesuita estuvo presente en la presentación de la publicación en el Centro Arrupe de Valencia (Gran Vía Fernando el Católico, 78), el lunes 18 de septiembre.
Acompañaron a García de Castro en la cita Marisa del Campo Calleja, ACI (Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús); Dariana Martínez Alaniz, RPM (Religiosas de la Pureza de María); y Mari Puy Montaner Abasolo, RJM (Religiosas de Jesús-María). La presentación fue moderada por el director del Centro Arrupe-Jesuitas, Abel Toraño Fernández, SJ.
José García de Castro realizó una panorámica del papel de las mujeres en la vida de Ignacio de Loyola así como el rol que tuvieron algunas de ellas en los primeros años de la Compañía de Jesús. También explicó cómo fueron apareciendo las diferentes congregaciones o instituciones de vida femenina ignaciana desde sus orígenes hasta nuestros días.
La obra reúne los pensamientos de «mujeres luchadoras y atrevidas, que realizan su obra desde la humildad, sostenidas por el amor de Dios el cual aman apasionadamente», destacó Marisa del Campo, que se encargó de repasar la figura de cada una de las 20 mujeres que dan sentido a este volumen.
Mari Puy Montaner se encargó de sintetizar lo que el lector se encontrará en un libro que contiene más de 900 páginas. Lo primero que destacó es que «había un vacío en la literatura de espiritualidad ignaciana femenina y este libro se ha escrito especialmente pare llenar ese vacío». La obra «recoge la experiencia espiritual de estas mujeres» a través de las palabras que escribieron y «esas palabras son el camino para que nosotros podemos llegar a adentrarnos en esa experiencia espiritual». «El libro es un patrimonio de espiritualidad ignaciana vivida y formulada por mujeres», señaló.
Dariana Martínez, acompañada de la hermana Elena, ambas Religiosas de la Pureza de María, fueron las encargadas dirigir una oración que sirvió para cerrar de la mejor manera un bonito acto de presentación.
210 congregaciones e institutos femeninos de espiritualidad ignaciana
Tras los intentos de Isabel Roser, Francisca Cruyllas y Lucrecia de Brandin por ingresar y permanecer en la Compañía de Jesús (1544-1545), los jesuitas decidieron cerrar la posibilidad de contar con una rama femenina en la orden [Constituciones 588].
Pero la misma vida empezó a buscar otros caminos y comenzó a hablar por sí misma. La espiritualidad cristocéntrica y misionera de los Ejercicios espirituales empatizaba muy bien con la experiencia religiosa de no pocas mujeres que, desde circunstancias muy diversas, deseaban seguir al Señor Jesús como verdaderas discípulas, en misión, saliendo de los muros que la estricta clausura les imponía.
Las primeras fundaciones femeninas de espiritualidad ignaciana lideradas por Juana de Lestonac o Mary Ward abrieron una nueva senda en la Iglesia que no tenía marcha atrás. Durante el siglo XX continuaron surgiendo nuevas congregaciones femeninas que, inspiradas en los documentos fundacionales de los jesuitas (Ejercicios y Constituciones), los asumían de manera nueva y creativa para responder mejor a su llamada según tiempos y lugares.
Hoy son más de 210 congregaciones e institutos femeninos los que se reconocen “de espiritualidad ignaciana” en la Iglesia.
Este nuevo libro de la colección Manresa (nº 86) recoge los “escritos esenciales” de 20 mujeres que vivieron “a la ignaciana”, desde Juana de Austria (1535-1573) hasta Rosario Vilallonga (1911-1991). Más allá de un libro sobre historia de la vida religiosa, la obra también profundiza en el trabajo del Espíritu en tantas mujeres cuya experiencia de Dios embellece la Iglesia y dignifica el mundo.
El volumen es muy pedagógico en su presentación: párrafos breves, palabras clave, concisas introducciones, bibliografía, cronología… todo para poner al lector/a en contacto directo con una experiencia de Dios en clave y corazón de mujer. Es un libro de comunión y de Iglesia, de misión y fraternidad que saca a la luz por primera vez tanto bien recibido de Dios a través de estas mujeres y sus congregaciones.
