Los cristianos en Próximo Oriente

Distintas razones explican las dificultades que viven los cristianos. A veces se les identifica con Occidente, frente al que muchos musulmanes experimentan un profundo resentimiento desde la caída del imperio otomano, pero sobre todo después de la creación del estado de Israel y del nacimiento del conflicto árabe-israelita. Otras veces se les ataca simplemente porque son el elemento más débil de la sociedad, y son acusados de apoyar a los regímenes locales. No rara vez es el hecho mismo de ser cristianos lo que resulta insoportable para los elementos islámicos más radicalizados. De este modo los cristianos acaban por ser el blanco natural de la violencia que desgarra a los países del Medio Oriente. Violencia ciega que no deja fuera a ninguno de los que componen las sociedades de estos países.

Tras la esperanza que despertaron “las primaveras árabes” del 2011, los cristianos, como también una gran parte de los habitantes de la región, se hallan hoy día en medio de una gran confusión. Si la situación actual ha llegado a ser de relativa estabilidad en Egipto, siguen siendo explosiva en Irak, en Siria, en Yemen y en Libia, donde el escenario militar se hace cada vez más internacional. No podemos olvidar tampoco la situación en Tierra Santa, donde la ausencia de estatuto político suscita la tensión permanente entre palestinos e israelíes, origen de la violencia que padecen ambos pueblos.

Extraído de un texto elaborado por un grupo de jesuitas relacionados con el Oriente Próximo.