Sin duda lo que más caracteriza ese largo proceso que llamamos madurar es la toma de decisiones, tener que optar. Hay decisiones que cuando se producen nos parece que nos estamos jugando la vida en ellas, pero la perspectiva del tiempo nos muestra que no eran para tanto. Las decisiones van creciendo en importancia; especialmente cuando comprometen el futuro: estudios, profesión, pareja, vivir como pienso y para ello pensar cómo vivir.
Este sí que se va convirtiendo en un momento crítico, las decisiones que tomemos estarán destinadas a dejarnos tranquilos, a contentar a los que están a nuestro lado, o a dar salida a nuestras convicciones más profundas.
“Elegir en cristiano – Bases para el discernimiento”, es un taller teórico práctico en el que buscamos enriquecer nuestras decisiones con herramientas inspiradas en la espiritualidad ignaciana, la psicología y la filosofía para poder elegir de manera más consciente y así poder abrirnos al discernimiento espiritual.