Hoy está siendo uno de esos días “mágicos” donde sucede de forma espontánea lo que habíamos soñado: ser un espacio de encuentro que aglutine la diversidad, ser un espacio que posibilite confluencias.
Y hoy ha vuelta a pasar de una forma inesperada. Por un lado, los voluntarios del centro de escucha están teniendo su sesión del “Seminario de supervisión de casos”. Llevan toda la mañana trabajando y ha llegado el momento de darse un respiro. Han salido al jardín del Centro Arrupe y se han encontrado la sorpresa de una jaima, instalada por la Asociación ZEMMUR de saharauis en Valencia que, en coordinación con el Servicio Jesuita a Migrantes, están viviendo una intensa jornada con motivo del 44 aniversario de la revolución Saharaui.
Ha sido la ocasión para entrar en la jaima, tomar un té con ellos y tener ocasión de escuchar su historia. De pronto, personas que no se conocían, historias que se desconocían han podido coincidir, escucharse, acogerse, ampliando el horizonte de la realidad, dando cabida a una realidad distinta y distante.
Una vez más, se ha posibilitado el encuentro entre los diferentes, se han creado vínculos y se ha dado un paso más en esa cultural del encuentro de la que tanto nos habla el Papa Francisco.
Me encantaaaa esta foto. La veía con Mustapha mientras preparábamos el visionario del reportaje sobre la historia del pueblo saharaui dos plantas más arriba.