En el relato de los discípulos de Emaús encontramos la referencia a “algunas mujeres” que habían sobresaltado a toda la comunidad, atemorizada tras la muerte de Jesús, al anunciarles su presencia resucitada. ¿Cómo dar crédito a algo tan increíble que sólo contaba con la palabra de las mujeres? Desde entonces, mujeres a lo largo del tiempo han seguido sobresaltando a la Iglesia, trayendo el soplo inspirador del Espíritu que siempre conduce más allá de lo imaginable.