Vivir como hijos de Dios

El Papa Francisco ha tomado como lema en su mensaje de esta Cuaresma de 2019 este versículo de la carta de San Pablo a los Romanos: “La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios” (8, 19). En este contexto, el evangelio de hoy nos propone meditar la parábola del Padre y sus dos hijos.

1) EL PADRE Y LOS DOS HIJOS (Lc 15, 11-32)

Jesús pone de manifiesto que ante la bondad y la misericordia del Padre de la parábola ninguno de sus dos hijos se sitúan de modo adecuado, como hijos. El pequeño, el pródigo, se sitúa como “deudor”, que pide modo y tiempo para pagar sus deudas, pero el Padre corta de raíz ese discurso: “Traed el mejor traje y vestidle… comamos y celebremos una fiesta…”. El mayor se sitúa como “acreedor” que pide que se le retribuyan adecuada y suficientemente sus méritos, y el Padre vuelve a cortar de raíz ese discurso: “todo lo mío es tuyo”.

También nosotros podemos situarnos, y nos situamos de hecho, ante Dios de esos dos modos inadecuados: o con complejo y temor de deudores o con soberbia y queja de acreedores. Y Jesús nos recuerda que ante el Padre debemos situarnos sencillamente como hijos a quienes el Padre ama con amor misericordioso y gratuito. ¿Qué actitudes son las propias de ese vivir como hijos? Señalo tres que me parecen básicas:

El agradecimiento: al Padre que nos ha dado la vida y que nos la sigue dando cada día y del cual recibimos día a día vida y cuidados. Agradecimiento por el presente concreto que estamos viviendo, con sus posibilidades y con sus dificultades, porque el presente es el don concreto que el amor de Dios nos da en este momento, y en él hemos de descubrir las llamadas que el Padre nos hace aquí y ahora. ¿Es el agradecimiento actitud de fondo en nuestra relación con Dios y en nuestra vida?;

La confianza: una memoria agradecida es la base de la confianza. Una confianza que no se fundamenta en que las cosas me saldrán más o menos bien o que voy a ser capaz de superar estas o aquellas dificultades, sino en que en toda circunstancia y dificultad puedo contar con la gracia del Padre Dios. Y por eso la confianza es inquebrantable, como es inquebrantable el amor del Padre por sus hijos. ¿Afrontamos con confianza en Dios los desafíos y las dificultades de la vida?

La co-laboración: El Padre tiene un proyecto para este mundo y para todos sus hijos e hijas: una proyecto de salvación y de vida, que mira con especial cariño a aquellos hijos que se encuentran en situaciones de mayor sufrimiento y pobreza. Somos llamados a co-laborar en ese proyecto con aquello que somos y tenemos, con los dones que hemos recibido: personales, de capacidades, de relación… ¿Hacemos del proyecto de Dios el horizonte de las tareas concretas de nuestra vida?

2) GESTO PARA ESTA SEMANA

Sé consciente del plástico que usas. Hasta 12 millones de toneladas de plásticos entran en los océanos cada año, ahogando los ecosistemas, provocando daños a la fauna y entrando en la cadena alimentaria. ¡Es una invasión plástica!  Este consumo de plástico pone en riesgo la vida en el mar, la salud del planeta y la de las futuras generaciones… ¿Qué podemos hacer?  Reutilizar, reducir, reciclar y firmar para que los supermercados utilicen menos envases plásticos, enlazar.