Preparando el futuro

«Hubo un tiempo -a lo largo de muchos siglos- en que fe y y justicia iban tan unidos, tan de la mano que los cristianos se conocían por su capacidad de ser compasivos. Eso era tan normal que, durante siglos, jamás se ha hecho problema, jamás. No se sabe por qué esta tradición pareció perder evidencia. Y cuando la cristiandad habló otra vez de fe y justicia, como parte de la visión cristiana, se levantaron voces acusadoras que veían comunismo o activismo en todas partes. ¿Qué ha pasado ahí?». Así se expresaba el Padre Adolfo Nicolás, durante una conferencia en el Centro Arrupe, siendo entonces Superior General de la Compañía de Jesús.

Desde el Centro Arrupe veníamos constatando que, en el ámbito de la pastoral juvenil, esa fractura ha estado impregnando las propuestas que se hacen a los jóvenes, hasta el punto que la dimensión fe-justicia está ausente de una forma generalizada en los procesos de formación que se realizan en los grupos juveniles.

No se trata de falta de sensibilidad ante los problemas sociales o de una débil implicación a través de compromisos en campañas o acciones puntuales. Basta ver el interés que despierta el voluntariado en los jóvenes o las numerosas propuestas que se les hacen desde ámbitos eclesiales. La cuestión es que no estamos ofreciendo a los jóvenes lo que propone la Iglesia cuando reflexiona sobre la dimensión pública de la fe para que descubran las implicaciones que conlleva en lo político, lo económico, lo social o lo ecológico.

Si la fe no es algo que quede en el ámbito de lo privado sino que su espacio natural es lo público, hemos de reconocer que no estamos preparando a los jóvenes para que, en sus vidas, la fe tenga una incidencia pública.

Por ello, desde el Centro Arrupe y en colaboración con otras instituciones eclesiales de Valencia, hemos iniciado un espacio de formación que busca ayudar a que el joven vaya integrando, desde la Doctrina Social de la Iglesia, la dimensión pública de la fe y su incidencia en ámbitos como la política o la economía.