Mirar pero no tocar

Estos días se está celebrando en la ciudad de Modesto en California un nuevo Encuentro de los Movimientos Populares al que Francisco ha enviado un Mensaje, el cuarto desde que inicio su ministerio.

En este Mensaje hace referencia a una actitud generalizada: «En la sociedad globalizada, existe un estilo elegante de mirar para otro lado que se practica recurrentemente: bajo el ropaje de lo políticamente correcto o las modas ideológicas, se mira al que sufre sin tocarlo«.

Es una denuncia que Francisco realiza de forma directa: «Esta actitud hipócrita, tan distinta a la del samaritano, manifiesta la ausencia de una verdadera conversión y un verdadero compromiso con la humanidad.» Una denuncia que ya planteó en La alegría del Evangelio cuando afirmaba que «a veces sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás» (EG 270).

«Tocar la carne sufriente de los demás», es una referencia que estuvo presente durante su visita a Asís, siete meses después de su elección. Su primer encuentro fue con discapacitados y enfermos. En aquella ocasión hacía un paralelismo entre el cuerpo del Señor y el cuerpo de estos niños: «aquí está Jesús oculto en estos muchachos, en estos niños, en estas personas. En el altar adoramos la Carne de Jesús; en ellos encontramos las llagas de Jesús. Jesús oculto en la Eucaristía y Jesús oculto en estas llagas. ¡Necesitan ser escuchadas!»